viernes, 5 de septiembre de 2014

Círculo de Silencio de Septiembre



 CÍRCULO DE SILENCIO DE SEPTIEMBRE. ROQUETAS DE MAR, ALMERÍA


Una vez más nos reunimos aquí para solidarizarnos con todas las personas que vienen a España en busca de una vida mejor. Queremos con esta acción no violenta hacer oír la voz de las personas que han muerto en sus viajes por el mar Mediterráneo hacia Europa y de todos aquellos que aguardan en el monte Gurugú un momento propicio para saltar esa valla cargada de cuchillas que separa el 1er y el 3er mundo.

Este verano, como tristemente viene ocurriendo, ha sido trágico, ya que las buenas temperaturas hacen que aumente el número de personas que arriesgan su vida para alcanzar la costa europea.

Queremos recordar los 100 inmigrantes muertos naufragados frente a las costas de Libia el 31 de Agosto, de los que solamente se han podido recuperar 40 cadáveres.

Es necesario saber que estar personas arriesgan su vida y son conscientes de ello. Empujados por la miseria, el dolor, la enfermedad y el hambre, persiguen el sueño de mejorar aunque sea comiendo las migajas que se caen de nuestro plato, pero se encuentran con apaleamientos nocturnos por parte de la policía de marruecos, cuchillas que les hieren gravemente, el frío del mar, y con la posibilidad de naufragar y morir.

Ante estas tragedias, a los gobiernos de Italia, de España, y Europa en general, solamente se les ocurre sacar un plan, llamado “Frontex Plus”, que va a significar un aumento del presupuesto en defensa y seguridad y una mayor presencia de carabineros y guardias civiles en las aguas territoriales de ambos países.

Desde aquí queremos gritar que las muertes en el Mediterráneo no se acaban con más fragatas, aviones y drones, sino facilitando las condiciones de vida de las personas que viven en otros países. La inmigración no es un mal, los fenómenos migratorios datan de los primeros pasos de la humanidad por la tierra.

No se acaba con la inmigración a base de balas y vallas, sino atacando las causas, que son la miseria y la guerra; el paro y el hambre; la pobreza estructural y la injusticia en los países en los que viven estas personas.

Un ejemplo de este cinismo es el que vemos en la actitud de nuestro ministro de Interior, que ha acordado una mejor coordinación policial entre Marruecos y España (y, por consiguiente más dinero al reino alauí) tras la crisis de las pateras de este verano, donde varios cooperantes de ONGs, como Helena Maleno, fueron apaleados junto a personas de origen subsahariano que eran obligadas a salir hacia España desde territorio marroquí. No hubo quejas ante el trato recibido a una ciudadana española, o ante una vulneración de los derechos humanos, sino silencio.
 
Mediante estos acuerdos de colaboración, en la práctica estamos subcontratando a la policía de Marruecos para que haga el trabajo sucio que aquí y en otros sitios de España hoy denunciamos.

Tengamos presentes todas estas víctimas durante estos minutos de silencio que vamos a empezar ahora y luchemos con esperanza para construir un mundo en el que todos seamos de verdad hermanos. Comienza el círculo de silencio del mes de septiembre. 


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